Ingredientes:
- 1 plancha de hojaldre.
- 1 l. de leche.
- 1 Palito de canela en rama
- 100 ml nata
- 120 g de arroz bomba
- 230 g de azúcar
- 2 huevos grandes
- 1 horno.
- Canela molida.
Preparación:
Se pone a hervir la leche con la canela, cuándo comience a hervir se baja para que rompa el hervor, se añade la nata y el arroz, se remueve y se cuece durante 30 minutos, removiendo de vez en cuándo con una cuchara de madera.
Cuándo falten 10 minutos, se añade el azúcar, y se sigue removiendo de vez en cuándo, hasta el final.
Cuándo esté hecho el arroz con leche, se retira del fuego, se saca la canela, se le añaden los huevos (sin cáscara) para acto seguido triturarlo todo con la turmix hasta obtener una crema espumosa. Se reserva.
Ojo, es hora de encender el horno y ponerlo a precalentar a 200º.
Mientras el horno se va calentando, se engrasa un molde desmontable con mantequilla, y en una superficie amplia, dura y enharinada, preferiblemente la encimera si es de mármol, se estira el hojaldre con un rodillo igualmente enharinado, hasta conseguir una plancha fina y lo suficientemente grande cómo para forrar el molde, tanto por la base cómo por la altura, si te sobra, cortas el sobrante, no importa, lo que si importa es que la masa quede bien sujeta al molde; acto seguido lo pinchas con un tenedor para que el hojaldre no suba. Se echa en él la crema de arroz, se mete en el horno durante 45 a 50 minutos, dependiendo del horno, con calor abajo y arriba
La parte de arriba del pastel debe quedar dorada, no achicharrada, así que si ves que el color pasa de dorado a achicharrado, puedes abrir tranquilamente el horno, y poner un trozo de papel de aluminio encima para que deje de tostarse y a la vez siga haciéndose.
Una vez pasado el tiempo, se saca del horno y se deja enfriar antes de desmoldarlo, seguramente bajará al enfriarse, no te preocupes, es algo completamente natural.
Una vez desmoldado puedes espolvorear por encima con canela molida. Se conserva en el frigorífico, y puedes consumirlo casi a cualquier hora del día, acompañándolo de un te o de café, también como postre.
Un saludito y buen provecho.